El vídeo es el rey de Internet. Cientos de ellos se visualizan a diario desde teléfonos, tablets, computadoras y televisores inteligentes. En los inicios, tenías que descargarlos para verlos en tu dispositivo. Luego llegaron YouTube y similares, como Vimeo, Dailymotion o Vine, que permiten ver vídeos online, y lo que es mejor, subir tus propias videocreaciones sin apenas esfuerzo. Incluso puedes retransmitir en directo tus experiencias con Periscope o Livestream de Facebook.
¿Cuál es el siguiente paso en esta evolución? Hasta ahora, la única manera de interactuar con los vídeos era el clásico pausar, rebobinar y reproducir. Como mucho, el autor podía incluir un enlace a su página o a otros vídeos. Pero, ¿y si pudiéramos movernos dentro del vídeo como si estuviéramos ahí? Es algo que por ahora está solo disponible en el videojuego, pero no en el vídeo tradicional. De ahí que el vídeo interactivo suponga un paso adelante. De ser meros espectadores nos convertimos en parte del vídeo que estamos viendo.Mientras que en el vídeo clásico ves lo que ocurre, en el vídeo interactivo tú decides cómo se desarrolla la acción. Las posibilidades son múltiples. De público a realizador, eliges qué plano te interesa y en qué parte de la historia te quieres centrar. Esto significa que si ves el vídeo varias veces, cambiando tus decisiones obtendrás experiencias distintas.
La interacción no termina ahí. Además de cambiar la experiencia de visionado en tiempo real, el vídeo interactivo también cambia la manera de interactuar entre el espectador y …