Puede que os acordéis de mi regreso a un MacBook después de dos años trabajando sólo con un iPad Pro en momentos en los que estoy fuera de mi casa. Volver a macOS no es algo desconocido para mí ya que conozco muy bien este sistema operativo, aunque hay algo que me ha sorprendido y que sólo ocurre en los portátiles más modernos.
El reposo y el apagado se están fundiendo en algo casi idéntico
Busco siempre alargar la vida de mis dispositivos todo lo posible, con lo que siempre apago mis ordenadores buscando evitar que estén en reposo o encendidos durante varios días o semanas. Tengo una regla: si no voy a usar un Mac durante más de tres o cuatro horas, lo apago.
Pero con el MacBook Air M2 me he dado cuenta de un detalle interesante: se enciende nada más levantar la tapa o pulsar cualquier tecla. Ni siquiera tengo que hacer el esfuerzo de pulsar el botón de encendido con Touch ID integrado, al que precisamente por esto ya deberíamos dejar de llamarlo 'botón de encendido'. Porque el MacBook se enciende a la mínima que interactúas con él.
Tengo que deshacerme del hábito de tocar alguna tecla del MacBook para comprobar si se ha apagado bien, porque si lo hago vuelve a encenderse
Eso choca de bruces con mis hábitos: cuando trabajaba con mi MacBook Pro de 2014 y lo apagaba, siempre tenía la manía …