La monumental caída de los servicios de Facebook, la tercera del año, causó un gran alboroto entre sus millones de usuarios. Durante horas, la red social junto con otras plataformas de la compañía como Instagram y WhatsApp funcionaron de manera intermitente. Un fallo, achacado a labores de mantenimiento, provocó que las imágenes y vídeos no se cargaran de manera correcta, no se pudieran establecer conexiones en directo, así como tampoco recibir ni escuchar notas de audio. Fue un fallo global que afectó a la mayoría de países en los que opera, entre ellos, España.
La firma estadounidense, sobre las 2 de la madrugada, pudo restablecer las conexiones admitiendo que habían causado un «gran problema» y lamentando el daño causado a los usuarios. «El problema ya se resolvió y deberíamos volver al 100% para todos», relatan fuentes de la compañía.
En un nuevo comunicado, sin embargo, Facebook descartó un ciberataque y lo derivó a una fallo técnico. «Durante una de nuestras operaciones de mantenimiento rutinarias provocamos un problema que dificultaba que algunas personas carguen o envíen fotos y vídeos», añadieron las mismas fuentes.
Para una gran mayoría, estas aplicaciones es su principal canal de comunicación, no solo para conversaciones personales sino también para como herramienta para el ámbito laboral. Fue, de nuevo, un quebradero de cabeza que los usuarios paliaron como pudieron, incluso preparando fotomontajes y «memes» en otras plataformas como Twitter, red de micromensajes, que se colapsó a media tarde.
En las versiones de escritorio, el servicio …