Hay un aspecto de Windows que parece ganar nuevos críticos según gana el tiempo: la 'pesadez' de su instalación predeterminada, en términos de espacio y de consumo de recursos. Sencillamente, Windows instala demasiados componentes antes de que el usuario tenga ocasión de instalar algo por su cuenta, y eso (además) ralentiza el funcionamiento del sistema.
Esto ha dado lugar a una próspera industria de aplicaciones, scripts y versiones personalizadas diseñadas para reducir esa 'carga' innecesaria... pero lo más sorprendente es que Microsoft, parece tener asumida la realidad de este problema, ya que la propia compañía ha desarrollado herramientas para ayudar a 'adelgazar' su sistema operativo.
Windows: ¿un sistema operativo sobrecargado?
Desde sus primeras versiones, Windows ha sido criticado por la cantidad de software preinstalado, también conocido como bloatware, que incluye aplicaciones y servicios que no necesariamente son deseados por todos los usuarios. A medida que Windows ha evolucionado, este problema no sólo ha persistido, sino que ha empeorado, debido a la inclusión de juegos móviles, herramientas redundantes y software de terceros que muchos usuarios encuentran, como poco, superfluos.
Este fenómeno no solo afecta a los usuarios individuales, sino también a empresas y desarrolladores que, con frecuencia, deben dedicar tiempo y recursos a limpiar un sistema que debería estar optimizado desde el inicio.
Muchos usuarios se preguntan por qué Microsoft insiste en preinstalar ciertas funcionalidades
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