A día de hoy el cibercrimen afecta a todo tipo de negocios. Este año, hemos visto casos de ciberataques perpetrados contra ayuntamientos, productoras de aluminio, llegando incluso a empresas tan sobradamente conocidas como Amazon. Todos estos incidentes tienen consecuencias graves para las víctimas, desde daños reputacionales e interrupciones en la cadena productiva, llegando a paralizar el negocio y acarreando grandes pérdidas económicas. Y no cabe duda de que hay un sector especialmente vulnerable: las infraestructuras críticas. Un ciberataque que afectara el suministro de agua de un país, o que interrumpiera el servicio de un hospital, podría llegar a causar pérdidas